
No, no hablo de la de España por 3 a 0 frente a China (¡quiá!), sino la del partido de este pasado fin de semana del Alavés entrenado por el emprendedor, divertido e irreverente Dimitri Piterman contra el Terrassa del charlatán, incompetente y -¡por qué no decirlo!- malvado Juan Manuel Lillo. El fútbol práctico y espectacular del Alavés le catapulta al cuarto puesto, a un solo partido del ascenso, mientras que el equipo de Lillo -ooooooooh- se coloca en puestos de descenso, pese a seguir a rajatabla el evangelio del juego de calidad y el "toque".
Este Lillo es una especie de Quique Flores pero más feo y con menos suerte. El técnico más joven en llegar a Primera División, consiguió con ello empezar a ser mediocre desde su más tierna edad. Hablamos de un tipo de entrenadores con un historial absolutamente gris, pero expertos en el arte de venderse, y también de colocarse en los medios de comunicación. En esa categoría encuentran también acomodo personajes como Jorge D´Alessandro, oscuro portero argentino y entrenador de tercera fila, pero que siempre encuentra sitio en alguna radio para impartir su sapiencia. Por todo esto, me alegro mucho del fracaso de Lillo; soy mala persona. Ja ja, jódete. Jamás te perdonaré aquel Mundial en que me machacaste los oídos repitiendo "Paul Escóuls" una y otra vez.
Frente a este estilo empalagoso y estafador se imponen los hechos del ucranio Píterman: Compra los clubes, ficha figuras, entrena y gana. Sin carnets, sin retórica, sin polleces. Sólo iniciativa y resultados.
Y para terminar, les digo que los dichos populares no falla: Dios los cría y ellos se juntan. ¿Les suena la empresa "Make a team"? Sí, es de otro inefable, Jorge Valdano, el apóstol de los vendedores de crecepelo. Tengan a bien visitar el siguiente enlace:
http://www.makeateam.com/index.php?c=10
¿Quién forma parte del "equipo deportivo" de la empresa? ¡Exacto, el amigo Lillo, el que nunca ha ganado ni una carrera de sacos! Estoy convencido de que Juanma se entiende a la maravilla con el argentino. Ya sabe, si quiere ser tan exitoso como ellos, contrátelos.