
Para los que piensen que estamos mal, fijaos en los "pobres" tiffosi del Milan: Corruptos demostrados, a 30 puntos del líder (el Inter, para más inri) y dirigidos por un tipo como Galliani, que parece una especie de Mussollini con pancreatitis. La imagen de la web milanesa es casi enternecedora. No sé qué están esperando recibir, la verdad; nosotros al menos nos ilusionamos con críos de 19 años. ¿Os imaginais cuál será la reacción de los aficionados de San Siro cuando vean a Ronaldo (después del mesecito de rigor para ponerse "en forma", claro está) pastar en la zona alta del campo? Tremendo. En su despedida, el gordo (que nunca se esforzó demasiado por desprenderse del mote) ha dicho que da las gracias a todos los entrenadores menos Capello, el que tuvo la desfachatez de exigirle estar en peso de deportista. Romario, aunque era un caradura, al menos habló bien de Luis Aragonés; éste ni eso.
La gazzetta dello sport no ha podido evitar sucumbir al magnetismo del Ronaldo antíguo, el bueno, realizando un fotomontaje con su estilizado rostro y la camiseta del Milan. Pero por si alguien se lleva a engaño, lo que hemos empaquetado a Lombardía es el bien comido personaje que aparece a su derecha. Sí, el Ronaldo del Barça y el Inter era fascinante; su cráneo pelado incluso tenía una armonía y una simetría especiales; irradiaba energía y salud, como un monje Shaolin. El Ronaldo de ahora sólo sugiere adocenamiento, divismo y excesos. Recuerda el cambio de Luke Skywalker entre la primera y la segunda película (el actor, Mark Hamill, sufrió un accidente de tráfico y cirugía reconstructiva); es el mismo rostro y al tiempo no lo es. Viendo el contraste de las imágenes, uno se siente tentado de pensar que una extraña maldición se abatió en algún momento sobre el brasileño. Pero para mí lo cierto es que, aunque ha tenido su ración de mala suerte, también es un tío bastante tonto.
Hay una información muy curiosa del As según la cual ésta es la única foto existente de todos los "galácticos" juntos (¿por qué incluye Trueba a Raúl en el grupo?). A alguno se le escapará una lagrimita de nostalgia. Yo la observo y, al contrario que esas fotos de alineaciones míticas que tantas veces hemos visto, me deja frío, me transmite la sensación de algo artificial, de un invento que no acabó de funcionar y que está mejor en el pasado.