Vuelve "el profe"

- Se fue Arrigo, Arrigo se fue. En su despedida dejó seguramente la frase más interesante en su año de estancia en Madrid: "El trabajo no ha sido completamente a mi gusto". Con ella, daba a entender que esto es un cachondeo, que vino para una cosa y le dijeron que sólo tenía que poner la cara (lo cual hizo sin mucho sufrimiento, en apariencia). Pero bueno, si no hacía nada, bien ido está. No obstante el Madrid no dejó vacante el puesto. A las pocas horas era presentado... ¡Floro!

Quién nos iba a decir que el bueno de Benito regresaría al Bernabéu. Más de uno, escéptico, se habrá llevado las manos a la cabeza. A mí sin embargo no me disgusta: Aunque el recuerdo que guardamos es el de un tipo con métodos extravagantes y más preocupado por los vericuetos tácticos que por lo que pasaba en la dura realidad del campo, lo cierto es que, en estos tiempos de libretas, pinganillos y PDAs, Floro queda prácticamente como un aficionado.

Es éste además un Floro más curtido, acaso más sabio, después de recorrer muchos kilómetros y ver mucho fútbol desde el banquillo. No olvidemos que es uno de los poquísimos entrenadores que se ha ido de un equipo (el Villarreal) cuando todo marchaba bien. Con un par. No llega con la ilusión del principante, pero quizá sí deseoso de ajustar cuentas con un destino cruel que le llevó a la primera Liga perdida en Tenerife.

Yo diría que actualmente necesitamos tipos como Floro, hoscos, sobrios; ya no valen los buenos modos ni el compadreo. Uno casi se imagina a los jugadores dando collejas a Arrigo; a Floro seguramente le llamarán de usted. Puede que se lleve bien con Capello.

En cualquier caso, pronto podremos ver si Florentino se ha cansado de meter la cuchara, y si Floro estrena el cargo realizando algún fichaje sorpresa de invierno.

- Como sabéis, Don Alfredo Di Stéfano, el alma del Madrid, se haya en un delicadísimo trance para su salud. Desde la modestia de esta página, enviamos todos los ánimos y la fuerza posible para el mito blanco.