Luxa es muy malo

Si ganamos hoy no fue gracias a nuestro entrenador de librillo tecnificado. Sin hacer un partido horrible, difícil es llevar la iniciativa del juego cuando tres jugadores están más o menos haciendo bulto. Se puede justificar lo del medio centro, pero da que pensar que, ante la lesión de Gravesen, lo más que se le ocurre al bronceado, el rey del pinganillo, es sacar al chavalín Borja. Lo de Zidane ya es la monda: Cualquier día va a salir jugando con la mascarilla de oxígeno, pero nada, a ponerle a ver si sale la jugadita, y si no, a balbucear cualquier excusa en la rueda de prensa. Al menos le habrán cogido bien las dieciséis camaritas que le estaban filmando hoy; ¡se queda uno más tranquilo! De Raúl creo que ya he hablado bastante este año, pero encima, con las pintas que lleva, parece que le va a pedir un euro al defensa. Desafío a cualquiera a que me argumente que el equipo no mejoraría ostensiblemente metiendo a Solari y Guti por estos dos espectros.

La fórmula de Luxa para la remontada parecía reducirse a mirar con impotencia y hacer los cambios en el minuto 25 de la segunda mitad. ¡A eso se le llama cambiar el rumbo del partido desde el banquillo! Mientras tanto, Riquelme nos perdonó la vida no se sabe muy bien por qué, y unos minutos después llegó la genialidad de Zidane. Sí, muy bonita y muy estética, pero si no llega a hacerla, ahora le estaríamos poniendo verde. Por cierto, muy gracioso lo de quitar a Owen y Ronaldo a un cuarto de hora del final. Hace eso Capello y le capan, pero como este es ofensivo y tecnificado... ¡Menos pinganillos y más competencia, por Dios!

Hay cosas buenas, pese a todo: Beckham está que se sale, ¡al final igual no hace falta traer a Joaquín! A ver si por fin se encuentra con su juego. Por otro lado respondieron los de siempre, "Santillana" Ronaldo marcando el primer gol y "Puskas" Salgado en el segundo.

Estamos ahí con la ayuda divina, pero da igual: Pese a lo que pueda parecer, me alegré enormemente de la victoria del equipo, y si hace tiempo pudimos ganar la séptima Copa de Europa prácticamente sin entrenador, por qué no también una Liga. Desde luego, sería una de las más épicas que se recordaran. Ey, y hay buenas perspectivas: Al que seguían tantas cámaras lo expulsaron en el último minuto, y no tendremos que verlo arrastrarse por Anoeta.

Y ahora a pasarlo bien siguiendo el partido de Málaga.