No se sabe qué hace Floren cuando convence a un jugador para fichar, que se declara en rebeldía con su club. Dejan de entrenar, ponen malas caras y hacen que la situación se degrade hasta que la olla revienta, y el club vendedor no tiene más remedio que soltarlos (recibiendo un generoso pellizco, claro está). El año pasado parecía que Vieira había sido atraído al lado oscuro también, pero a la hora de la verdad siguió entrenando como un buen chico y además le subieron el contrato, que es lo que quería. No obstante, Robinho ya ha cruzado la línea de no retorno: No jugará ni entrenará, y mañana dará una rueda de prensa en la que va a decir que como no le permitan irse dejará de respirar hasta ponerse rojo.
Gerrard, por su parte, parece que también se empieza a poner farruco. No renueva, y además parece que va a pedir el oro y el moro al Liverpool. Lo bueno de este caso es que no será un culebrón, porque el día 13 su equipo juega Champions, y si es alineado no podrá actuar con otro equipo...
En fin, con estos dos y los dos pájaros uruguayos que hemos traído como suplentes sí que quedaría un equipo interesante. Eso sí, lo que no puede perdonarse son los pasos que se están dando para consumar la traición a Solari. El argentino tiene que hacer lo mismo que los jugadores que se quieren ir, pero al revés: Seguir entrenando y jugando como el que más. ¡Ánimo, indiecito!
domingo, 3 de julio de 2005
Seducidos
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