Luis Garcia
He drinks Sangria
He comes from Barca
To bring us glory
He's five foot seven
He's football heaven
So please don't take our Luis away
Así jalean a Luis García en Inglaterra, pero a nosotros no nos pueden sacar del ¡Eppaña, Eppaña! porque somos minimalistas y repetitivos de puro modernos. Faemino y Cansado intentaron la revolución, pero sólo les salía ¡Eppañá, Eppañá! El español, cuando se pone a animar, llega a Manolo el del Bombo –al fin y al cabo, otra forma de ebriedad- o se queda en el alabim, alabam, alabimbombán o en el no menos lamentable aunque más voluntarioso “Este partido lo vamos a ganar”. Si tuviésemos talento para animar le podríamos haber entonado la canción del emigrante porque García se fue con el hatillo y ha sabido labrarse un capital como otros en las mismas tierras supieron montar su restaurante. Luis Garcia nos ha metido en el Mundial y de paso ha resuelto algunos enigmas; su partido -la más brillante demostración individual con la roja desde el Buitre- le regala la titularidad y con ella cierra el secular debate del sistema. Un 4-4-2 mondo y lirondo y que inventen ellos, que dijo ese extremo diestro del Athletic. Lo sentimos por Joaquín que debió dedicarse al flamenco, sector del show business, donde la gracia, la inconstancia y el derroche no están tan mal vistos.
Para un madridista sigue siendo posible hacer suyos, por un día, a los ídolos ajenos. Disfrutar con la elegancia de Pablo, con la manera de rumiar la jugada del gran Xavi -qué lastima que no pueda reprimir una mueca de asco cuando suena la marcha granadera-, con la potencia desbocada del niñato, con la seriedad de Albelda y, sobre todo, con el acrobático despliegue de Puyol, ese pedazo de tío al que yo, muy gustoso, sería capaz de aplaudir en Chamartín.
El Calderón y la selección hoy sí tenían alguna cosa inglesa, la variedad de banderas provenientes de todos los rincones de la España constitucional. Aficionados y peñas de mil lugares han dejado su rúbrica en las gradas -por una vez nuestras- del metropolitano. Es nuestra manera de decir que "tú no andarás sola, rojigualda".
Muy bonito todo, pero tengamos presente que no somos nadie y que el rival era una madre amantísima. No nos creamos que somos favoritos a nada. Rechacemos toda portada grandilocuente y soñadora. Somos buenos en hockey, en fútbol sólo ganamos si vamos de blanco. Vayamos a Alemania a ver gachises y a disfrutar de la segunda mejor Brasil de la historia.
Por cierto, ¿quién era ese señor alto y algo ausente que estaba al lado de Sánchez Arminio en la zona noble del estadio?
domingo, 13 de noviembre de 2005
Vente a Alemania, Pepe
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
Yo no le veo esa mueca a Xavi, Hernández de apellido, que tendrá el 90% de su familia repartida por Andalucía y Extremadura donde veranearía y apedrearía perros de pequeño..., si no recuerdo mal es de Hospitalet, plagado de emigrantes (de acuerdo que los hijos de estos suelen ser los peores y los más renegados)vamos, que no es un Oleguer mononueronal de pacotilla creo yo...Y ese Del Horno mascando chicle y mirando al tendido...¿Qué se creerá que significa "Del Horno" en euskera? Pq en castellano, quiera o no es su origen, tiene un significado muy clarito, y este tb va de neuronas justito...
A mí me pareció que Xavi tenía una cara rara. No sé, puede que vaya por la vida con ese gesto de estar oliendo mierda. Quizá es que no tiene otra cara, el pobre. Demasiado susceptible, pero es que yo sí le he oido manifestarse a favor de una selección catalana y en los festejos culés no se ha cortado un pelo. No llega a lo de Oleguer, es verdad. En cualquier caso, juega muy bien al fútbol.
Se dice que Del Horno no quiso fotografiarse con la bandera española en un reportaje para Marca.
En fin, país.
Bueno mi felicitación para los españoles, estarán en el Mundial y sin duda me encantaría un enfrentamiento con mi México, qué tal en la final eh?
La verdad no soy de esos compatriotas míos que tienen ese resentimiento histórico con españa porque vino Cortés y se llevaron el oro de los aztecas y demás tonterías como esas... yo pienso que somos dos pueblos hermanos, y nos une un lazo común muy fuerte...
Creo que va siendo tiempo de seguir adelante y ya es hora de que mostremos lo que sabemos hacer el el futbol, igual sería mejor percibir a una españa más unida pero bueno es la fisonomía geográfica y la diversidad cultural la que hace especial a su país, bueno nos vemos en Alemania!
Nos vemos en Alemania, fenómeno. O en el Bernabéu. Un saludo.
Hombre...eso de Mexicanos o Argentinos con rencor a los colonizadores...jejeje...Los que fueron para América fueron sus ancestros eh, ni los míos ni yo...así que que se enfaden con sus tatarararabuelos, no conmigo...es gracioso el caso de cuando nos llaman a los de aquí gallegos: Un descendiente de gallegos llama gallego despectivamente a uno que ni es gallego ni descendiente de gallegos. Paradójico.
Sí, muy paradójico, scouser. Los que piensan así son unos payasos que necesitan vivir con absurdos resentimientos en donde ahogar sus frustraciones.
el de al lado de sanchez arminio era un guiñol
Publicar un comentario