Ligera mejoría

El "Rácin Santander" llegaba como gallito al Bernabéu, al al final se vivió una noche de calma chicha, gracias sobre todo a dos goles tempraneros goles. El primero llegaba gracias a una magnífica combinación entre Baptista y Ruud Van Nistelrooy. El brasileño mandó un pase de gran precisión al holandés, que se encontraba en la zona de tres cuartos, y que a su vez enviaría un portentoso centro entre líneas hacía el borde del área. Éste fue recogido por el segundo delantero, totalmente libre de marca, quien mandaría a la red en un gol fácil.

Baptista continuaría destacando toda la noche. Sorprendentemente, realizó de forma brillante con el papel de conductor del juego. El Rácing se revolvió ocasionalmente, y uno de sus jugadores incluso mandó un trallazo desde fuera del área que Pajillas detuvo con una gran parada. También tuvo una gran cantada, pero al fin y al cabo es Pajillas, el único jugador de Primera del que sólo cuentan los aciertos, y no nos enfadamos. Nuestro segundo gol llegó gracias a un balón escorado disputado muy bravamente por Sneijder, que aunque finalmente tiró sin ángulo vio cómo el balón acababa en la portería empujado por un defensor contrario. Por primera vez en la temporada, el Bernabéu veía a su equipo ganar al descanso. Sólo han hecho falta 14 jornadas.

El equipo montañés, con la plantilla más limitada de Primera División en palabras de su propio entrenador, siguió sin dar mucha guerra durante el 2º tiempo. Lo malo de estos partidos plácidos es que los jugadores tampoco pueden destacar especialmente, pero igualmente reseñaré la labor de Pepe, que disputó su tercer partido consecutivo -creo-, Robinho una vez más, y los ya citados VN y Baptista. Hablando de Pepe y Baptista, el tercer gol fue prácticamente suyo. En una falta directa que sorprendentemente pidió lanzar el número 7, en un claro acto de insolidaridad con su compañero Wesley Sneijder, que necesita recuperar la confianza en su disparo, ambos brasileños se incrustaron en la barrera. Cuando el 7 lanzó, con un tiro centrado y mediocre, las dos moles se abrieron hacia los lados con el consentimiento de los blandos defensores santanderinos, dejando un enorme hueco en la barrera por el que pasó el balón. El portero sólo estaba preocupado de lo que pasaba en su palo.

La calma siguó hasta el final, solamente rota por el golito contrario de rigor, y es que ya se sabe que en el Madrid de la excelencia (y en casi todos los de los últimos años), dejar tu portería cero es una vulgaridad. Van Ni jugó hasta el final este partido resueltísimo, pero no importa, porque es un chaval y además lleva pocos minutos esta temporada. Robben jugó un cuartito de hora y le dio tiempo a hacer una jugada tremenda en el último momento. Tenía tantas ganas de culminarla él -comprensible- que no pasó el balón, pero al final falló el tiro. Tengo que decir que 36 millones por un quinceminutista me parece un pelín caro.

La victoria nos da moral y puntos, especialmente provechosos por los pinchazos de Barcelona y Villarreal, pero no sirve como medida real del juego del equipo. El partido de Champions contra la Lazio será un examen mucho más duro, en el que no valdrán excusas.

Ah, hablando del Barsa, lamentable partido de Messi, como puede verse aquí. Finalmente tenían razón sus detractores: estamos ante un bluff.