martes, 15 de febrero de 2005

¡Qué horterada!



Tanta historia con la dichosa boda de Ronaldo, ¡y resulta que ninguno de los dos se puede casar porque no están divorciados! Así que, en lugar de esperar a tener los papeles en regla y hacer las cosas como es debido, montan una ridícula ceremonia-fiestorro para "sellar su amor", y todo por no dejar pasar la "señalada" (sobre todo para El Corte Inglés) fecha de San Valentín. Si alguna vez os habéis preguntado cómo sería una boda de esa de Las Vegas pero en Europa y con muchísimo dinero, ésta es la respuesta. "Ay, qué chachi, no nos casamos pero yo quiero montar la fiesta en el palacio de Chantilly, que es una pinacoteca superideallll", le diría Daniella. Ahora bien, ¿cuántos cuadros sabrían reconocer de esa pinacoteca? Seguramente, Ronaldo se limitó a responder "Mmm, Chantilly, suena apetitoso".

Lo que no acabo de entender es cómo sancionó aquello con su presencia gente en principio seria como Florentino Pérez. O tengo mal calado al presidente o todo el asunto debió parecerle más bien de pésimo gusto. Papelón también el del cura que se prestó a la farsa.

En fin, esto viene a demostrarnos una vez más que los futbolistas, salvo raras excepciones, no suelen tener un nivel de sofisticación muy superior al de cualquier familia media de Parla. Aunque claro... ¡si la mayoría viene precisamente de sitios como Parla, no es de extrañar! Y hablando de pueblos madrileños y de la cantera, este chaval Jurado parece bastante bueno, ¿no?

1 comentario:

Daniel dijo...

Horteradas ridiculas de nuevos ricos, que no saben que hacer con el dinero. Yo tambien me pensaba que la boda era oficial.

Jurado es bueno bueno, no tiene nada que envidiar al Fabregas del Arsenal.