El paleto y el dandy

Llevamos dos días pendientes de la previa de la Champions, y no para ver si el Valencia pierde con el Salzburgo (bueno, también), sino para ir aclarando el panorama en el tema fichajes. Ayer no jugó Reyes, según Wenger porque le veía "descentrado". ¡Y un güebo! Arsene, ayer nos diste la información que necesitábamos. Reyes ya es, para ti, un descarte, un tío que no te vale.

¿Es buen futbolista J.A. Reyes? Sí. ¿Es un tío por el que haya que hacer un gran esfuerzo, o que tenga la fortaleza mental para marcar diferencias? Ni de coña. Porque en el Madrid se triunfa con los pies y con la cabeza. Y hablemos claro, Reyes, el paleto de Utrera, es un crío en el cuerpo de un hombre, con poca capacidad para crecer o para sufrir.

Observemos lo que dicen de él en esta buena bitácora del Arsenal:

"Nunca se ha a adaptado a la vida en Inglaterra. Tras dos años y medio su inglés es menos que básico y su voluntad por aprender nula, su casa es como una mini-España con la calefacción central a tope y la nevera repleta de comida española. Su fútbol parece sufrir un desorden de aflicción estacional. Cuando el sol brilla juega bien, pero en invierno sufre".

Un coloso mental, como se ve. A mí no me ofrece demasiada confianza (¡joer, si hasta es gitano!) Desde luego, no será un futuro Stielike ni un Juanito. Los esfuerzos por traerle deben ser sin duda moderados (en torno a los 15 millones de moderación, concretamente).

El otro partido del que estamos pendientes es el Milan-Estrella Roja, en el que se resolverá de forma casi definitiva el culebrón Kaká. (¡Qué bueno que termine!) La clase y la eficacia del brasileño son indudables, pero su fichaje se ha convertido principalmente en una cuestión de supervivencia para Calderón. Si viene Kaká, el presidente ya no será un mentiroso, el equipo no será un caos y la temporada no se presentará oscura. La sugestión colectiva funcionando a toda potencia. Pero bueno, si lo fichan bienvenido sea. Supondrá una inyección de calidad y de alegría para la masa social, además de un buen sopapo en la jeta del capo Galliani. Y sobre todo, una demostración de autoridad que impactará en todo el orbe futbolísitco, especialmente en el FC Constitución Catalana.

Uniéndole a eso lo que ya tenemos, el buen hacer del Padre Fabio y Diarrá, campeones de todo. Anda que no.