El guión no cambiará

Por Santillana Remember

Durante la pasada semana hemos asistido a uno de los innumerables debates estériles e interesados que circulan en los medios tanto de prensa escrita (periódicos), hablada (radio), como audiovisual (televisión). La vuelta de Raúl a la selección, la presión para que este jugador vuelva a capitanear la misma y las reacciones de un entrenador que chochea y no sabe aguantar la presión de esta comunidad o lobby llamado periodistas deportivos.

A decir verdad, las reacciones de Luis Aragonés son en cierto modo muy humanas y comprensibles. Esto no quiere decir que sean justificables. Su periodo como entrenador de la selección española está prácticamente lleno de actitudes poco inteligentes, pero en este caso, repito, se puede llegar a entender que un entrenador pierda los papeles. Al igual que muchos otros técnicos que han padecido y sufrido la condición de seleccionador o de técnico de un club como el Madrid, Luis sabe perfectamente el origen de las presiones, falsos debates que nacen de la prensa y todos los intereses que hay detrás. Como ya le sucedió a otros en el cargo, es consciente que su tarea como entrenador es tan sólo un mero significante vacío de contenido. Quiero decir, el seleccionador no selecciona, no dirige, pues si quiere lograr el consenso mediático, se ve obligado a ceder, su margen de maniobra es muy limitado. Digamos que en la selección nacional hay un guión preestablecido y los guionistas ya sabemos quienes son. Luis Aragonés no es el único que ha sufrido esta situación: Luis Suárez, Iñaki Sáez, que fue vapuleado y devorado por los medios, Clemente, que se ganó la oposición por no amoldarse al patrón futbolístico que dictan los verdaderos ‘seleccionadores mediáticos’... Al margen de parecernos buenos técnicos o no, en la selección se padece el mismo mal que asola a nuestro club. El sector mediático gobierna el rumbo deportivo del conjunto nacional al igual que lo hacen con el Madrid, todo esto propiciado por una situación anquilosada y caciquil dentro de dichas entidades. La federación española de fútbol tiene una estructura presidencialista y obsoleta, muy similar a la del club merengue, tema muy debatido en este blog.



Algo huele a podrido en el fútbol español, no puede ser que el espectáculo deportivo con más seguidores en nuestro país esté tan condicionado a los dictados de la camarilla periodística. Es preocupante y paranoico que las tertulias en la calle sean una prolongación de lo ya hablado y escrito por este grupo de mediocres y a veces patéticos plumillas.

Se dice que la prensa es uno de los medios privilegiados de producción, circulación y consumo de verdad. Sobre esas verdades se construye la realidad hoy por hoy. Lo que no se refleja en las páginas, no se habla a través de los microfonos o no se muestra en las piezas de la televisión, no existe. Un conjunto de verdades que se moldean, fabrican, aparecen y desaparecen al antojo de intereses en muchas ocasiones ajenos a lo deportivo.



Durante la semana pasada la única realidad existente en el ámbito futbolístico ha sido la vuelta de Raúl, el ninguneo a Tamudo y el cabreo del decadente Luis Aragonés. No importaba tanto el resultado de la selección, parecía que era lo de menos. Lo realmente relevante y central para los medios era Raúl. Resulta curioso que por arte de magia ese debate pretencioso sobre ‘el mito’ desaparece tras el resultado de España en Dinamarca. Todo el circo padecido esta semana se borra sin dejar huellas. La maquinaria periodística funciona así, no importa lo que hayan dicho, dicen o dirán, se situan al margen de la credibilidad. Todo esto no sería posible, si la federación o nuestro club estuvieran gestionados por auténticos profesionales, pero ya sabemos el tipo de gente que son Calderón y Villar. Mientras, el poder del fútbol español está en manos de gente tan poco cualificada como Relaño, Manolo Lama, Roncero, De la Morena, Abellán y un largo etc.

Da igual que la selección gane, se clasifique para la fase final de la Eurocopa. El guión, como en las teleseries, es previsible, ya lo sabemos o lo intuimos. Su desenlace probablemente será que Luis no será el seleccionador en la fase final, Raúl volverá a la selección y volveremos a caer en cuartos, eso sí siendo los brasileños de Europa como decía el sesudo de Relaño. Estos guiones nos aburren, ya nos sabemos el final. Como aficionados y amantes de este deporte nos resulta cansino, ya es hora de renovar el ecosistema del fútbol español. Creo que habrá que fumigar la plaga de plumillas y presidentes mediocres que no dejan crecer nuestro fútbol.



Esperemos que en algún momento los guionistas nos sorprendan y se celebre el partido homenaje del mito, para no verlo más como futbolista. Que se respete la figura del seleccionador y se renueve la federación española de fútbol, ése sí sería un guión para los oscar.