Qué bonita es la Copa

- Y de oro, oye. Es el primer comentario que se me ocurre así, a vuelapluma. Bueno, confieso: Después de que en todo el puto mundial pusieran los partidos a las nueve, estaba convencido de que ocurriría lo mismo en la final; pero no, la pusieron a las ocho, así que sólo vi los útimos 20 minutos más la prórroga. En cualquier caso, parece que hubo poco fútbol. Francia jugaba mucho más, al final me dieron ganas de que triunfaran ellos, pero así son las cosas.

Lo de Zidane será muy comentado. No deja de tener gracia que los comentaristas se pasaran toda la retransmisión diciendo cosas como: "¡Zidane está ajeno a todo! ¡Es como un monje tibetano!", y luego nos saliera con esas el francés. Realmente cuesta pensar qué le pasa por la cabeza a un tío que está en su último partido (¡una final del mundial!), que tiene una imagen impecable en todo el mundo, que sabe que le ven mil millones de tíos, para ir detrás de un rival y asestarle una cornada. Misterios del fútbol. En el fondo creo que ha sido mejor así. Lo siento por él, pero por aquí habrían estado dándonos por culo con Zidane durante meses, pidiéndole que volviera y bla bla bla. Así le dejarán retirarse tranquilamente y podremos empezar a pensar en el futuro.

En fin, Italia campeona. Como bien apunta Hughes, el Mundial no deja de ser una pachanga de seis partidos que, no nos engañemos, se gana más con la cabeza que con las piernas. Por eso España fracasa.

- Hablando de cosas serias, aquí está el decálogo de Capello. Me relamo, je je. Casi casi como Del Bosque.

- De la Red hará la pretemporada con el primer equipo. Bien.

- Nuestro presi, Ramón Calderón, se armó de valor y acudió nuevamente al Rondo. Dice que se harán seis o siete fichajes, y que ya tenemos al Carlos Jiménez ese para el basket (aunque no se sabe por cuánta pasta).