Todos con el presidente

- Ramón Calderón, nuestro glorioso presidente (¡viva el presi!) sigue guiando al Madrid con mano firme y amorosa hacia el reluciente futuro. Los pocos enemigos que quedaban van dándose por vencidos. Sin ir más lejos el relojero, que ayer oficializaba ante notario su renuncia a cualquier pretensión electoral. Se ve que estaba cansado de retrasar sus vacaciones, y además quería que le devolvieran el preaval. Ya sólo queda un señor mayor por ahí, clamando para quien le quiera oir que Calderón (¡arriba el presi!) tiene que autodenominarse "presidente provisional" en todos los documentos y actos oficiales. Sí, Don Juan Miguel, sí, hale, tómese la sopita y a la cama. ¿Y Carlitos, qué opina de esto Carlitos? Manda huevos que al final hasta el relojero haya sido más madridista.

Se oye, se dice, que en la próxima asamblea, un grupo de compromisarios, afines a FP, podrían no aprobar las cuentas para forzar elecciones. Pero don Ramón no desfallecerá: Los resultados del equipo y su renovado fulgor serán su mejor aval, no lo dudéis. Y si no Pedja mandará a unos "muchachos" para resolver el asunto.

- Ajeno a todas las intrigas, el presidente visitaba ayer las Rozas intentando congraciarse con el otro Villar, el del "fúrbol". Seguramente tenía más ganas de escupirle a la cara, pero había que tragar el sapo (aunque me temo que no vamos a ver muchos resultados).

- Hoy se anuncia si baja o no la vecchia putana. Habrá que estar atentos.

- El Barça incentivando el hacerse socio en otros países, y ya con 140.000 borregos apuntados. Nosotros, mientras, con la paletada de limitar el cupo.

- Quiero detenerme en una noticia importante: Pichi Alonso, prestigiosísimo entrenador del Metallurg Donetsk de Ucrania, opina que "Cataluña (perdón, Catalunya) habría llegado más lejos que España (¿Espanya?) en el Mundial". ¡Como si hiciera falta decir esa obviedad, don Pichi! Es bien sabido que la raza aria, digo catalana, lleva el triunfo grabado en los genes. Ya lo dijo Pujol hace muchos años, "Catalunya mes lluny". Asegura el señor Alonso: "El problema es que uno o dos partidos al año no dan la medida. No tiene nada que envidiar a ninguna de las selecciones que pasaron a octavos". Es el problema de ser una nación oprimida.

Este técnico de fama mundial "no ve mal que los jugadores catalanes quieran competir con España". Favor que nos hace. O sea que nada de azotar en la plaza pública a los que jueguen con el invasor, ante todo tolerancia. Eso sí, aclara que si juegan con el imperio es porque "no hay segunda opción. Y es que no caben las dudas sobre la adhesión de los muchachos a la causa: "Un 90% se decantaría por la selección catalana, sobre todo por la facilidad para hacer internacionales y disputar Mundiales y Eurocopas. Los catalanes en el Mundial son 3 o 4, ¿no? De la otra manera habría muchas más opciones." Ea, pragmatismo ante todo. Obsérvese que lo del sentimiento o el patriotismo es secundario, aquí lo que importa es pillar cacho y ser internacional; nada personal. Igualito que en la política, oye. Si es que al final lo que tira es la cartera.