Qué buen día para ser madridista

La jornada empezó con la consecución por parte del Internacional de Portoalegre del campeonato mundial de clubes frente al Barcelona. Que ojo, no me alegro de que perdiera el Barça, pero no sé por qué me entró un ataque de risa. Ya a media tarde, se extendía por las radios la noticia de que el galardón FIFA World Player iría este año a manos de Fabio Cannavaro, jugador madridista y actual Balón de oro, lo cual también me causó gran regocijo. Mi alegría, que quede claro, no tiene ninguna relación con que en los últimos días los medios le hubieran adjudicado el premio a Ronaldinho ("¿el quinto grande?", se preguntaba Marca), nada que ver. Por cierto, ole al tipo que coló la trola.

Y cuando el sol ya se había ocultado, comenzó el partido contra el EspaÑol. Capello usó un dibujo que muchos le habían reclamado, Guchi distribuyendo y dos extremos puros. Sinceramente creo que los jugadores, especialmente los extremos, le fallaron al entrenador. Una vez más se pecó de estatismo y de lentitud, no se puede estar tres segundos pensando un pase. Muchas veces los jugadores cogen la pelota, echan un vistazo, no ven una opción clara y la pasan hacia atrás o hacia un lado. Nadie intenta nada audaz. Los extremos son especialmente culpables, digo, pues tuvieron varias ocasiones para demostrar su mejor virtud, el desborde, y la desaprovecharon. Si Reyes o Robinho tienen sólo un tío delante y luego les queda toda la banda para ellos, ¿por qué no intentan el regate? No nos sirven de nada las cosas espectaculares que hacen en vídeos del Youtube, en partidos encarrilados o en ligas inferiores.

No fueron los únicos que no estuvieron a la altura. Raúl es un mito, pero por cada una de cal te da siete de arena. Uno espera un gesto, un detalle, algo que justifique su participación en el partido, pero nada, oye. Eso sí, el equipo mantuvo la buena colocación y no se acusó la falta de Diarrá. Me gustó un gesto de Cannavaro (FIFA World player, recordemos) en un saque de puerta del EspaÑol, mandando con mucha autoridad adelantarse a toda la línea defensiva. El EspaÑol parecía que pasaba por allí, y se llegó con cero a cero al descanso.

La segunda parte empezó igual. Aunque no se puede decir que no lo intentáramos, la gente estaba bastante amodorrada. En estas llegó el gol, básicamente fabricado por Van Nistelrooy, y que fue sublime: Recibió un buen pase de Guti, hizo una especie de ruleta en medio del área con la que se libró de dos defensas y remató de un potente tiro cruzado que llegó al fondo de la portería. El gol que Raúl sueña con meter en otra vida. Las críticas al holandés son muy injustas.

Con la ventaja en el marcador parece que los jugadores se empezaron a abrir; ya sí, ya querían hacer cosas. Pero qué gracia, majos, esa actitud se necesita cuando vas a cero, no a favor de corriente. La cosa en cualquier caso pintaba bien, hasta que el juez de línea confundió la cara de Cannavaro (FIFA World Player, recordemos) con su mano y provocó que lo expulsaran. Vaya por Dios. A partir de ahí, Capello pensó "a salvar los tres puntos", y actuó en consecuencia. Fuera Robinho, Reyes y Van Nistelrooy, dentro Mejía, Diarrá y Bravo. Racanería lo llaman algunos, profesionalidad otros. Si te parece vas a salir a buscar el 3-0 jugando fuera y con 10. Por cierto, impresionante el cabreo del entrenador en una falta que sacó el EspaÑol, después de la amarilla a Salgado. Algo no le gustaba y estaba absolutamente fuera de sí. ¡Qué carácter! El EspaÑol se dedicó a tirar balones a la olla, y aunque hay que decir que nuestra defensa estuvo hoy un tanto imprecisa, consigúió salvar el escaso peligro que creó el rival en la recta final. Otros tres puntos de oro, y qué gusto da salir fuera, a esos campos ingratos, y saber que hay posibilidades sólidas de victoria. Gracias, míster. Por cierto, a Valverde le preguntó un mamoncete en la rueda de prensa: "¿Te esperabas un Madrid tan ramplón?" Amos anda. El tío respondió algo así como "no me han parecido ramplones, de hecho nos han ganado".

Detalle uno: Los chinos pronuncian los nombres de los jugadores de forma graciosa y ahorrando lo más posible: Van Nistelrooy es Van Ni; Roberto Carlos, Carosú; Mejía, Meixiá, y Reyes, Reyesú.

Detalle dos: Con tantas y tantas webs como hay hoy en día, ya dejan escribir a cualquiera. Prueba de ello es esta crónica en Goal.com, con un estilo que bien puede valer en una bitácora de andar por casa como esta, pero que chirría bastante en un medio supuestamente profesional. ¡El tío hasta llama pringao al árbitro! No falta el anticapellismo de rigor, la apología ronaldista y hasta un toque de raulismo. Puliendo un poco el estilo, este chaval puede llegar a sustituir al loco Gatti. Eso sí, espectacular el titular: "Ni con atraco les paran."

Pues eso, que entre una cosa y otra nos vamos muy contentos a la cama.

- RCD EspaÑol: 0
- Real Madrid: 1 (Van Nistelrooy)