A mamarla

Beckham se va, y recibo su marcha con una total indiferencia. Es un tío que durante sus cuatro temporadas no me ha dado ni frío ni calor, debido a los motivos tantas veces comentados por aquí, de los cuales el primero son sus limitaciones futbolísticas. Se ha alabado a menudo el carácter del inglés, pero no es un jugador que haya salido nunca al rescate del equipo cuando éste naufragaba. ¿Qué es el carácter, correr mucho, no dar una pelota por perdida? Los futbolistas con auténtico coraje ejercen de líderes: Sergio Ramos tiene más carácter en su huevo izquierdo que Beckham en todo el cuerpo. Lo que más me ha estropeado su imagen ha sido la cuestión idiomática: En cuatro años el muy huevón apenas ha sido capaz de aprender algo de la bella lengua castellana, limitándose a frases como "tenemos que trabajar" e "impresionante". Para Beckham todo es "impresionante". Esto refuerza la impresión de que el divo de Gillette ha estado viviendo en una burbuja, en un particular país que empezaba en su mansión y terminaba en la Ciudad Deportiva, y del que sólo salía para cumplir con sus numerosísimos compromisos publicitarios a lo largo del globo. Sí, Beckham es un tío que se ha aislado social y futbolísticamente, confinado en su banda, en su pequeño territorio familiar. Joer, si hasta su autobiografía se llama "My side" ("Mi lado").

Hay que agradecerle que, pese a sus limitaciones, haya sido buen profesional, que no haya malmetido en el vestuario (como digo, va totalmente por libre) y que se largue con relativa prontitud. América es el destino ideal para él: Allí podrá seguir dando sus pasecitos de precisión cada fin de semana y rodando sus anuncios, cuyos rodajes le pillarán mucho más cerca. Victoria tendrá más tiendas para dejar tiritando a la tarjeta y la pareja podrá cenar más a menudo con su insufrible amigo cienciólogo Tom Cruise. Otra ventaja de vivir en EEUU es que Beckham es quizá el único jugador con posibilidades reales de aumentar la popularidad del fútbol allí. Si él no puede, nadie podrá. Si consigue hacer esa contribución podría acabar siendo un jugador recordado. En su comunicado de despedida todo han sido buenas palabras, dedicando un especial recuerdo a la afición, a la que ha calificado de... impresionante, claro está. Sin duda, lo mejor de esta marcha es el cambio de dinámica que supone, el cual debe llevar a una culminación lógica: Prepárate greñudo, que ya te queda menos.

- El partido de hoy, pues como muy aburrido, ¿no? Yo sinceramente ni lo vi: Fue sintonizar el PPStream en el minuto 30, ver el cero a cero y a Reyes corriendo con cara de sufrimiento, y ya sabía de qué iba el rollo. He visto muchas veces la misma peli. Por cierto, tema importante: Hay que librarse de una vez del puñetero uniforme negro. Pudo estar bien durante una temporada, y ganamos la octava con él y tal, pero hoy por hoy ya me parece decididamente feo, y además es de lo más deprimente, joder. El negro es el color de cuervos y de los cenizos. Toda la vida de Dios hemos tenido el morado castellano como segundo color, y no creo que haya que cargarse la tradición porque algún publicista de Adidas quiera colgarse un par de medallitas. A tomar por culo la negrura ya, hombre, quiero que juguemos de blanco nuclear en todos los campos a menos que el uniforme del contrario sea absolutamente incompatible con el nuestro. Al Madrid, cuando le ha fallado todo lo demás, siempre le ha quedado el uniforme. Últimamente ya ni eso.