Venga, a hacer la entrada aunque sean las tantas; pero soy consciente de que la página no debe amanecer sin comentario. Durante esta noche los ilustres contertulios han llamado la atención sobre diversas cosas que no les gustaron del partido. Yo quiero hacer especial incidenciasobre lo que más me llamó la atención, el público: Éste es el encuentro marca mi ruptura definitiva e irrenunciable con la grada del Bernabéu, sin duda la más cateta, arbitraria y ovina de todo el orbe. Que en el minuto 30 estuvieran de nuevo tomándola con Baptista, uno de los jugadores con más corazón, cojones y presencia de nuestra amariconada plantilla, es como para borrarse para siempre. Bueno, era vergonzoso que se pitara a cualquiera, pero a este muchacho mucho más. Definitivamente, el jugo de pipa anquilosa el cerebro. Pese a todo, el bravísimo brasileño siguió intentándolo, abstrayéndose el infierno de garrulos, y aportando más que muchos, cuando le han puesto en unas cuatro posiciones distintas este año. Recuerdo por ejemplo una acción en la que le dejó hecho un gol a Robinho -que éste falló-, tras hacer un jugadón de banda. La iglesia Baptista sigue en pie, ya se pueden poner los escépticos como quieran.
Aunque bueno, probablemente se largue el año que viene; yo lo haría, esto apesta. Yo no sé lo que fue este estadio en otros tiempos, quizá alguna vez albergó una afición señorial, entendida, exigente. Hoy aposenta sus culos en los asientos azules una gran masa rumiante, fácilmente dirigible desde las rotativas y cateta como ella sola. Yo no sé lo que soy, no diré que el "madridista auténtico" o "puro", pero desde luego soy otra cosa. Del estadio me quedo con el cemento, la grada, la sala de trofeos, y ni eso, oye. Siempre he abogado por el derribo, soy así de transgresor. Quizá empezar desde cero nos regeneraría.
¿Y el partido? Pues bien, muy de la era Calderón. El toro era esmirriado esmirriado, de esos que, cuando salen en las Ventas, los del tendido 7 se ponen a maullar. Pocas veces hemos tenido la ocasión de admirar un "autobús" tan claro y nítido. Diez tíos de naranja colocaditos como en el futbolín, no ya sin pasar del medio campo, ¡del primer tercio de la cancha! Como un equipo de Segunda que viniera a jugar aquí en Copa. Era una situación ideal para masacrarlos moviendo la bola, y quizá por eso a Schuster se le fue la pinza, ¡una vez más! Fuera Diarrá, ¡viva Gago! Fuera Heinze, ¡venga Marcelo! Me pregunto cuándo repetiremos no una alineación, sino al menos una de las líneas del campo. Ya ni la delantera, oye, esa se le han entregado definitivamente al Vitalicio. Se culmina así la Dictadura del Terror.
La primera parte se jugó andando, ahí están los vídeos. 29 jornadas y no se juega a nada, oye. Creo que es mucho menos cuestión de táctica que de liderazgo desde el banquillo y de moral. No existe espíritu ninguno, y eso es un fracaso absoluto del entrenador, más allá del dibujo de la pizarra. Estos tíos necesitan empezar otra temporada y resetearse, ¿pero cómo confiar en el tío que tan desastrosamente ha llevado el timón este año? Bueno, por esas cosas de la vida nos metieron un gol en una jugada aislada, una gran acción de Villa. Sin embargo ña cosa no se puso muy dramática, porque dos minutos después un Baúl con una marca risible giraba el cuello y mandaba un balón blandito blandito a la portería, por todo el centro. Cantada monumental de Hildebrand -para el que diga que hizo un partidazo-, y vuelta a la abulia, no se vayan a creer ustedes. Juro que cuando marcó Baúl, uno del bar donde estaba dijo "el capitán, el de siempre..." Sí, el de Mallorca, la Roma o Huelva, por ejemplo.
Reanudación y la vida sigue igual. Sólo un poquitín de mordiente con Robinho -lo que le está costando recuperarse-. Guchi parecía un jugador decisivo, y eso daba idea de que el partido era un caramelito, una de esas faenas fáciles que te hacen sumar puntos sin despeinarte. Ah, las legendarias prestaciones físicas de Guchi: remata de tijera y se le sube un gemelo; lucha un balón dividido y sale rebotado como tentetieso. No jugaría en ningún grande de Europa. Desde la grada y desde los micros se seguía machacando a Baptista. "La verdad es que no es su día más afortunado" (¡cómo saben cuándo y con quién individualizar!"). Un minuto después, el brasileño lucha un balón perdido, se la entrega a Guti y éste se la pasa a Raúl, quien -esta vez sí, lo digo negro sobre blanco- marca un gran gol. Quince, once de jugada. Ya está casi al nivel de un Zaragoza.
Y partido finiquitado, ¿no? Pues no. Un rato después, penalti totalmente absurdo de Cannavaro, que pareció tener de repente quince años menos, y empate. Desde entonces el Madrid se desmelena, empieza a llegar más a puerta, pero nunca hay sensación de un plan, de un sistema. Todo son arreones. Los piperos encantados, pero los remates fueron por lo general flojísimos. ¿Partidazo de Hildebrand? Ja. Todos los balones le fueron al cuerpo o los paró con las dos manos... Paradón paradón, el que le hizo a Baúl, y gracias, porque si mete un jat-tric ya sí que me hago del Conquense.
Entra Higuaín por Baptista (a mí sí me gusta siu nuevo peinado), ya tiene la grada su tributo de sangre. El Pipa aporta mucho; pase, llegada... pero la gente se quedará con su mala suerte en los remates. ¿Y los demás? Buf, descolocados o desafortunados. ¿Qué hacía Sneijder tan atrás? Ramos regateando en el borde de su área, es un grande pero necesita una patada en los cojones. ¿Y cuánto tiempo tendremos que seguir sufriendo la doble Gay? Menudo partidito de Gago, tiene una elección de pase PÉSIMA; la bola no puede pasar entre dos rivales bien colocados, hombre, no. Los balones que habrá regalado... Oye, asumámoslo: un bluff. Vino en medio de una histeria veraniega por 20 millones; ay, quién nos dará siquiera 12...
En 90 minutos de despelote, unos 20 segundos de auténtico fútbol: una jugada en la que Pepe se MERENDÓ a todo el Valencia saliendo desde su zona con el balón controlando y llegando a la línea de tres cuartos, y un regate sublime de Robinho en la esquina del área, que si llega a culminar con el gol Sneijder se habría caído el estadio (¿y no sería una alegría que se cayera?).
En fin, iba para empate la cosa. Pero el equipín que era el Valencia consiguió llegar a la esquina de nuestra área y, sin ángulo, el tal Arizmendi le metió gol a Casillas, ¡por su palo! Joder, ser el mejor portero del mundo debe ser lo que tiene, que te puedes pasar por el forro lo más básico. Y me reitero en lo de equipín, ¿eh? Morientes (ovacionado, cómo no) es una mala broma, y Silva parece el Pitufo Futbolista. ¿Cuánto pesa, 24 kilos? (67, dice en su web.) Pero bueno, bien por ellos. Si les regalan un partido, ¿por qué no lo van a coger? Tras el tercero, los piperos desfilan por la grada, con 6 u 7 minutos por delante. Vergüenza, vergüenza ajena. Venga el ganao pal establo, que hace frío.
Y acabo: Esto es un putiferio, nada que no supiéramos. Yo ya veo las cosas bajo el prisma de "cuanto mejor, peor", y estoy convencido de que la cabeza de Schuster puede depender del resultado de cada semana; así de seria es nuestra planificación. De ese modo, puedo soñar con un entrenador riguroso e insobornable, con una refundación deportiva, con una plantilla saneada y campeona...
Sí, teniendo eso hasta podría olvidarme de la mierda que puebla las gradas.
- Real Madrid: 2 (Cáncer y Cáncer)
- Violencia: 3 (Villa, Villa (penalti) y Arizmendi)
Madridista del partido: Nosotros, por aguantar esta mierda.
lunes, 24 de marzo de 2008
Éste no es mi estadio
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405 comentarios:
«El más antiguo ‹Más antiguo 401 – 405 de 405Cabecera alternativa
esta última cabecera es un homenaje a lo único que el Mito le aprendió a Ronaldo... prefería el festejo del beso al anillo
Esa cabezera de Raul seria una contradicción para todos los que pensamos del pollo loco xD
¿Se ve bien? ¿Eh? ¿Eh?
Sí, sí, la de Raúl, esa es la que me ha gustado.
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